De hecho, pasar la revisión previa a la ITV es la mejor manera de asegurarnos de que nuestro coche está en perfecto estado y no sufre defectos graves que nos impedirán pasar la ITV.
Básicamente, en la revisión pre ITV el mecánico de nuestro taller se fijará en los mismos aspectos que analizará el operario de la estación de la ITV. Empezará por los datos del coche, y luego pasará a retrovisores, visibilidad, lunas, placa de matrícula, estado de la carrocería y los bajos, puertas y ventanillas, los mecanismos de cierre del vehículo o los cinturones de seguridad.
También se inspeccionan los circuitos de señalización y alumbrado del vehículo (luces de cruce, de freno, largas, marcha atrás, intermitentes), la eficacia y equilibrio del sistema de frenos, la dirección para evitar amplitudes, la suspensión y ejes del vehículo y el motor. Según sea diésel o gasolina pasará unas pruebas u otras, pero siempre se analizará que las emisiones de monóxido de carbono estén dentro de los límites permitidos según el combustible y edad del coche, los niveles de ruido del motor, etc.
Respecto a los gases, en muchos talleres nos venderán un kit pre ITV que incluye varios aditivos para añadirlos al depósito de combustible. Con ellos se evitan fugas de gasoil o gasolina, además de fugas de dióxido de carbono que pueden impedir que el coche supere la prueba de gases de la ITV. Son productos que ayudan a limpiar los inyectores del vehículo y que mejora el rendimiento del motor, su conservación o que nos ayudan a reducir el consumo.
Si vas a pasar la ITV antes de tiempo también puedes acudir a la revisión pre ITV en nuestro taller.
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